lunes, 4 de agosto de 2008

El cronista familiar...

Recordando II

Pensé en esa voz tan particular que desde muy pequeño me dejó entender la diferencia entre cantar con arte y simplemente cantar; el sábado pasado cumpliría 96 años mi abuelita, pero ahora canta desde otras alturas, a otros públicos, con otros tonos.
Vinieron a mi mente rápidamente las discusiones con El Oso Mayor por aquello de que el tono estaba muy alto o muy bajo, reí internamente pensándola no con tristeza, sino con esa nostalgia que nuevamente da cuando ya sabes que se ha perdido eso y más, pero hemos ganado estos espacios.
Además, ahora es época de chiles en nogada y más allá del antojo que producen en mi, vienen los recuerdos de las tardes familiares pelando nueces (si ya se, igual ayudé poco, pero ayudé), del domingo en la diminuta cocina preparando la nogada, presentando el platillo, de la reunión familiar... y entonces me pregunto si los volveré a comer como aquella tarde de domingo. Definitivamente no!
He visto fotos de mi abuelita y me siento muy contento de haber vivido con ella, era una presencia diferente, era una sensación diferente.
Desde tu muerte no he podido pasear por Bellas Artes (creo que lo he hecho un par de veces) sin imaginármela cantando ahi, dejando a mas de uno con la bocota abierta de oir esa voz que salía con una facilidad y alcanzaba tonos sublimes... Incluso poco antes de tu muerte... mis mejores "mañanitas"