martes, 13 de septiembre de 2011

No tengo nada que celebrar, ¿y tú?

Elinfiernoestrado

Un nuevo 15 de septiembre, aniversario, independencia, soberanía, gesta heróica... un aniversario más del conformismo, del "sólo por hoy" muy mal aplicado.

Ante la situación actual del país (crísis, inflación constante, devaluaciones, depresión, narcogobierno de facto, inseguridad y casi 50,000 asesinados en la guerra contra el 'crimen organizado') me sumo a la idea social de que este próximo 15 de septiembre no tenemos nada que celebrar. Después del doloroso atentado al casino Royale en Monterrey se habló de dejar a los entes esos que gobiernan (ojo, no NOS gobiernan) solos en sus plazas, sin gente que les coree, les aplauda, los justifique. Hoy, esa propuesta toma más sentido.

Puse en la mañana, en mi cuenta de Twitter: "No estoy a favor de abandonar las plazas, pero este 15 de septiembre sì considero importante dejarlas vacías". Un buen amigo me preguntó el por qué de mi idea, de ahí surge este post.

No estoy a favor de abandonar los espacios públicos, porque éstos son nuestros. No son de políticos, ni 'gobernantes', ni del crimen organizado. Son nuestros, de la población, de los que me leen, de los que platicarán contigo este post. Esos espacios son tuyos y míos y no debemos perderlos. Pero en esta chauvinista ocasión (todos somos muy mexicanos con bigotes falsos, pintura tricolor en las jetas, tomando tequila) me parece que definitivamente NO hay nada que celebrar.

Más allá del miedo, la desesperanza, el dolor, el encono, las descalificaciones, las acusaciones, el deslinde de responsabilidades, la incoherencia, la incongruencia, la tristeza, el dolor, la ira, el odio, las ladys de Polanco, el fua, el circo, los toros, el aumento a la gasolina, los asesinados sin nombre, los abusos de autoridad, los militares muertos, los policías corruptos, Cordero y sus pendejadas, los ediles, sus hermanos, las obras interminables, los intereses personales sobre los sociales, el narco, el secuestro, el asesinato, las narcomantas, los desabezados, la tristeza, la depresión, la evasión (emocional, por supuesto), 50 mil muertos, la impunidad, la necedad, el fuero, está la raiz de toda esa mexicanidad perdida. ¡No señores! No tengo nada que celebrar.

No me voy a poner a gritar "¡Viva México, cabrones!" junto al tipo que estacionó su coche en un lugar para personas con capacidades diferentes. No voy a gritar "¡Vivan los héroes que nos dieron patria!" junto a la señora que contrata "inditas (o marías, así las llaman)" y que las tratan como si no fueran nuestros iguales. No pienso gritar "¡Viva Hidalgo!" junto al hijo del burócrata, político, senador, o lo que sea que pinesa que el apellido de ese prócer SÍ es para aplicar el "¡Chingue a su madre el que deje algo!" No. Yo no tengo nada que celebrar.

Y a los que van con sus bigototes, sombrerotes, tricolor vestuario, rayas en las jetas, tequila, carrilleras (que está de más decir son un error histórico) y demás parafernalia chauvinista me gustaria convocarlos a que, al momento de que salgan sus gobernantes a los balcones, se tiren al suelo, y se queden tirados ahí, como muertos...

como tantos muertos.

Posted via email from ... what the cat dragged in

1 comentario:

Must Music dijo...

Sólo dos correcciones: pinesa y desabezados. Saludos, Mister Eco. www.mistereconews.blogspot.com