miércoles, 5 de mayo de 2010

Introspecciones de un funeral impactante

“… y lo recordaremos como lo que siempre fue: ¡un verdadero Comunista!” lo dijo con emoción que no podía controlar, que le quebraba la voz, que nos llenaba los ojos de lágrimas a todos los que estábamos ese sábado por la mañana en la agencia funeraria del ISSTE de despidiendo por una u otra razón (incluso admiración) al maestro.

Alzó el puño izquierdo y se paró frente al féretro (cubierto con una playera roja) del compañero de vida de una gran amiga de la familia y que con orgullo podría considerar la mejor amiga de mi Viejo. Ese ha sido el velorio que más me ha impactado, que más me ha dolido (incluso que el de todos mis abuelos).

Tenía muchos años de no verlo; sabía que llevaba varios años ya luchando contra el cáncer; el viernes pasado la batalla terminó y yo me encontré, nuevamente con las lágrimas de mi papá y, sorpresivamente, con las mías mismas que de alguna manera casi natural salían continuas.

Al llegar lo primero que llamó mi atención fue un arreglo de flores blancas que en la cinta destacaba la palabra “Dignidad”, la carga histórica, las marchas compartidas, el coraje, el asco, el odio, la fuerza, el amor por el otro, la lucha, se concretaron en esa palabra plateada sobre fondo morado (¿por qué usan esos colores en las coronas de muertos?), me atacaron miles de recuerdos, millones de pláticas directas e indirectas.

Lo siguiente fue el fuerte abrazo en el que se encontraban ella, su hermano y su cuñado, llorando pero unidos. Pensé en el valor de la palabra Compañero (en el valor tradicional, en el que le dio la izquierda mexicana y en el que le dio ella).

El velorio, al final fue acompañado por risas discretas incluso de ella y su hija, de los que estábamos ahí, de los ex alumnos, de los investigadores y de sus compañeros de CCH o de facultades o de quién sabe que otros lugares. Pero la tristeza era como una manta, pesaba un poco, un mucho… y nos acompañó por muchas horas ese sábado, como nos acompañará la ausencia por muchos años.

El abrazo solidario para todos los que compartieron vida con él.

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