jueves, 7 de mayo de 2009

Hoy en tu cumpleaños

Creo recordar que nunca le había escrito a mi Abuelo (Abuelito, por acuerdo familiar). Hoy hubiera cumplido años, 96 ó 97... una pila completa de años.

Seguramente fueron varios recuerdos los que me hicieron pensar en el famoso Doctor Osorio (Brujo de Popotla), en reprocharme el no haberle escrito, en vida algo, igual le hubiera gustado, aunque no lo demostrara a flor de piel. Sí, mi abuelito siempre fue un personaje parco y serio, escondía las emociones pero en más de una ocasión le vi los ojos llenos de lágrimas (tanto de tristeza como de alegría)

Curiosamente mi primer recuerdo fue un día que tocó, en guitarra, esa canción que le escribió a mi abuelita hace como 60 años... creo que se llamaba "Chaparrita". La forma clásica de tomar la guitarra, el ritmo, un dejo de orgullo en la mirada, creo que esta escena la vi dos veces en los casi 30 años que conviví con él.

Siguió la única vez que le vi sentado al piano, de ese día recuerdo la luz en el pequeño departamento de Mar Mediterráneo que albergó su vida, los exámenes, su preocupación, grandes borracheras, cigarros, miedos, nietos y bisnietas y, finalmente, su muerte.

Recordé el pequeño portafolio color vino con el que todos los días recorría el camino de su casa a la ESM, donde dio clases de anatomía a más de 100 personajes de la vida pública de la salud en México; recordé al mismo tiempo, el olor particular del plumón rojo con el que calificaba exámenes, de ahí viene el recuerdo de que muy pocos exámenes calificados por él tenían calificaciones aprobatorias (y yo, de chavito, pensaba "mi Abuelito es un maestro muy estricto y sus alumnos son unos pendejos").

Recordé el consultorio que todas las tardes abrías, recordé el miedo que me daba entrar por considerarlo un lugar lejano, un mundo diferente y hasta peligroso. Las ventanas enormes, de madera, el piso de madera que tronaba a cada paso, las sillas acomodadas junto a la pared. Recordé ahorita (que lo escribo) el cuadro ese raro del chavito con cara de malo que había "inyectado" al doctor vestido de blanco. La mesa de exploración donde alguna vez me tocó ser paciente.

Recordé mi primera fractura y que tú, sólo de verme y sin necesidad de rayos X sentenciaste: "fractura de cúbito" (¿o habrá sido radio?) y que cuando regresamos de urgencias, con el brazo izquierdo enyesado, partimos mi pastel de cumpleaños número 12.

Alguna vez, ya muy viejo, quiso regresar a la escuela de Medicina en la que estudió. Facultad de Medicina de la UNAM, Santo Domingo. El Viejo ya no podía caminar mucho, era logísticamente un desmadre llevarlo. Por lo que (haciendo frente a los fantasmas que me cree pensando que podría ser un "in memoriam") un domingo nos lanzamos, la familia y yo a levantar un archivo en video de lo que fue SU escuela, la "policlínica" (una cantina ubicada en contra esquina de la puerta con muchos libros que los doctores en ciernes dejaban empeñados a cambio de algunos "alipuses"), la plaza...

Y hoy, Dr. Osorio Sr., te recordé y te extrañé más. Va un fuerte abrazo, de esos que igual en vida no recuerdo haber sentido... los demás recuerdos, los de complicidades curiosas y minúsculas, ¡me los guardo!

4 comentarios:

Elisa dijo...

Y se extraña la complicidad, imaginarlos jóvenes (porque por lo menos yo conocí a los míos con el pelo totalmente blanco)... Pero en esta vida, también se vive de recuerdos y ese es el mejor tributo que les podemos dar.

Pao D dijo...

A ti te duró 30 años, a mí sólo 12 y lo extraño todos los días!!! El mío era general del ejército y todos le tenían miedo y yo pensaba, pero porqué si él es muy lindo, jojojojo... Feliz cumple a tu abuelo.
saludos!

gabyx_kiddo dijo...

Yo solo conocí a una, la mamá de mi papá y murió cuando yo tenía como 6 años. La recuerdo muy dulce, muy pasiva, como cualquier abuelita con su nieta, pero mi papá me cuenta que fue la mujer más dura con él, definitivamente mis recuerdos distan mucho de eso.
Perdona el comentario, pero Fernando Delgadillo tiene una canción con el mismo nombre, Hoy en tu cumpleaños, y al principio imaginé eso jajajaja, lo siento...

Miss Congeniality dijo...

Hace 20 años que murió mi abuelo y todavía lo extraño, todavía en los momentos importantes lo busco e invento conversaciones con él.

Pero también todavía tengo su presencia en su recuerdo, en sus palabras, en sus fotos, en sus libros y ese sé que no se me va a ir nunca.